Este mes en Poornodaya Vidyanikethan he vivido una experiencia que recordare con amor. Recordar viene del latín Re-Cordis que significar volver a pasar por el corazón. Realmente ha sido una vivencia que me ha tocado profundamente.
Poornadaya es una escuela que lleva un par de años funcionando y está empezando un camino que parece prometedor inspirados en pedagogías como Montessori y Krishnamurti el objetivo es formar al alumnado de manera holística.
El equipo de maestras y personal no docente es acogedor y muy agradable, están acostumbrados a recibir a voluntarios y voluntarias de todas partes del mundo.
Y qué decir del alumnado con esas miradas tan brillantes y curiosas y esas bonitas sonrisas.
Yo estuve con los más mayorcitos, en realidad solo tenían 7 años. Me encargaba de hacer sesiones de mindfulness. Me sorprendió la facilidad que tenían para respirar. Era decir las palabras: breathing in, breathing out y sus ojitos se cerraban y se concentraban en sentir el ritmo de su respiración.
Una de las cosas que aprendí es a aceptar las cosas como vienen y el lema del mes para mí fue: let’s see. Todo cambia, nada es permanente pero en India lo notas más. Cortes de luz, agua que cae del cielo de la manera más generosa que te puedas imaginar y clases que se suspenden por ese motivo han sido algunas de las rutinas en este último mes pero no hay drama, hay aceptación y adaptación.
Tuve la oportunidad también de viajar por la zona de Kerala y conocer una India increíble, con una población encantadora. Viajando me he encontrado con gente súper disponible a ayudar y a compartir una charla porque tienen curiosidad de saber de ti.
Soy mujer, vine sola a India y he vivido una experiencia hermosa donde he podido experimentar: el compromiso, la aventura, la diversión, la adaptación, la interioridad, la valentía, la libertad, el amor,… vivencias que me han llenado y me han cerciorado que el mundo está lleno de personas preciosas. Os recordaré a todas con amor.
Sílvia Flores Mont